lunes, 3 de octubre de 2011

Compuestos Orgánicos Volátiles

CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

Se define a la contaminación atmosférica como la presencia en el aire de ciertas sustancias en concentraciones lo suficientemente elevadas, sobre el nivel ambiental natural, como para producir un perjuicio en la salud del hombre, animal, vegetal o a los materiales. Estas sustancias pueden tener un origen natural (volcanes, océanos, etc.), o pueden ser introducidas por actividades humanas (antropogénica).

Teniendo en cuenta que el hombre consume diariamente 17.500 litros de aire, es evidente que la calidad del aire es una cuestión que debe preocupar a la humanidad. Existe una gran variedad de sustancias presentes en la atmósfera, aunque algunas de ellas están en muy baja proporción. Son constituyentes que pueden proceder de fuentes o orígenes naturales, o son consecuencia de actividades humanas.





COMPUESTOS ORGÁNICOS VOLÁTILES

Un compuesto orgánico se caracteriza por estar constituido principalmente de Carbono, unidad esencial de la materia viva. 

Las moléculas completas forman cadenas o anillos que pueden contener además Carbono, uno o más de los siguientes elementos: Hidrógeno, Oxígeno, Azufre, Nitrógeno y otros como los halógenos (Cloro, Bromo, Flúor, etc). 
  
La volatilidad es una característica de sustancias sólidas o liquidas que tienden a pasar al estado gaseoso muy fácilmente a temperaturas relativamente bajas, en función de su presión de vapor. La volatilidad no es exclusiva de las sustancias orgánicas; por ejemplo, los ácidos nítrico y clorhídrico son inorgánicos volátiles. Sin embargo, una amplia gama de compuestos orgánicos son volátiles como los solventes que se utilizan frecuentemente en la industria y por ello son de gran interés ambiental. Al pasar al estado de vapor o gas, estas sustancias se dispersan en el aire respirable ingresando directamente al sistema pulmonar, lo cual genera efectos diversos en el organismo de quienes se exponen a este aire impregnado del compuesto orgánico volátil (VOC, por su sigla en inglés).

Algunos solventes industriales ampliamente utilizados, todos ellos compuestos orgánicos volátiles (VOC), son: 


Las sustancias orgánicas volátiles de origen natural como los aceites esenciales de flores y frutos no constituyen una preocupación ambiental, por el contrario se utilizan en aromaterapia, como saborizantes de alimentos o como aromatizantes en preparaciones farmacéuticas cosméticas: aceites de limón, naranja, geranio, jazmín, almendras, coco, etc.


Los VOC de interés ambiental considerados como contaminantes, son aquellos de origen sintético cuyos efectos al ser inhalados son adversos. Por lo general atacan el sistema nervioso central, ocasionando desde somnolencia hasta depresiones severas, alteración del pulso, incoordinación y dependencia. Algunos pueden atacar otros órganos específicos como el hígado en el caso del cloroformo o la sangre en el caso del benceno.

Es importante que en los hogares y en todas las empresas, por pequeñas que sean, se evalúe el proceso productivo para detectar tareas que requieran el uso de sustancias como el thinner, gasolina, alcoholes, varsol, limpiadores con amoníaco y otros que parecen ser inofensivos pero que deben identificarse, primero para conocer sus efectos y segundo para disminuir los riesgos derivados de un uso continuo o frecuente.

EFECTOS NOCIVOS DE LOS COMPUESTOS ORGANICOS VOLATILES

Los compuestos orgánicos volátiles (COVs) agrupan a una gran cantidad de sustancias químicas que se convierten fácilmente en vapores o gases y que pueden tener diferentes efectos nocivos sobre el medio ambiente y la salud. El principal inconveniente medioambiental de estos gases es que, al mezclarse con otros contaminantes atmosféricos, como los óxidos de nitrogeno (NOX) y reaccionar con la luz solar, pueden formar ozono troposférico, que contribuye al problema del smog fotoquímico. Este problema se agrava especialmente en verano, al incidir el sol y las altas temperaturas.

CONSECUENCIAS SOBRE LA SALUD Y EL MEDIO AMBIENTE


Los compuestos orgánicos volátiles  pueden tener desde un alto grado de toxicidad hasta ausencia de efectos conocidos, dependiendo del compuesto y el período de exposición al mismo. Por ejemplo, se sabe que el benceno es un carcinógeno humano y se tienen sospechas razonables sobre el formaldehído y el percloroetileno. Los trabajadores industriales, los fumadores y las personas expuestas a la circulación de vehículos están más en contacto con este tipo de sustancias.



Además de sus efectos cancerígenos, la exposición a largo plazo a estos COVs puede causar lesiones de hígado, riñones y sistema nervioso central, mientras que a corto plazo puede causar irritación de los ojos y vías respiratorias, dolor de cabeza, mareos, trastornos visuales, fatiga, pérdida de coordinación, reacciones alérgicas de la piel, náuseas y trastornos de memoria. 


Según su peligrosidad, se clasifican en varios grupos:

  • Extremadamente peligrosos para la salud: Benceno, cloruro de vinilo y 1,2 dicloroetano.
  • Compuestos de clase A (pueden causar daños significativos al medio ambiente): Acetaldehido, anilina, bencilcloruro, carbonotetracloruro, CFC´s, acrilato de etilo, halones, anhídridomaleíco, 1,1,1-tricloroetano, tricloroetileno, triclorotolueno
  • Compuestos de clase B (con menor impacto en el medio ambiente): Acetona, etanol




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